En épocas de incertidumbre, resulta propicio mantener valores defensivos de crecimiento y de elevada calidad que dispongan de sólidos balances y un historial de innovación. Ningún grupo de compañías refleja mejor estas cualidades que las farmacéuticas europeas. En un momento clave para el desarrollo innovador de medicamentos, estas compañías se preparan para una trayectoria de crecimiento con una cartera de nuevos lanzamientos que supera el número de patentes próximas a su caducidad.
Si bien numerosas compañías luchan por su supervivencia durante la crisis sanitaria, las compañías farmacéuticas europeas (y, sobre todo, las grandes firmas como AstraZeneca, GlaxoSmithKline, Novartis, Novo Nordisk, Sanofi y Roche) parecen disfrutar de bastante seguridad. En promedio, estas firmas ofrecen un rendimiento del 3,5%,1 ampliamente cubierto (dos veces) por los beneficios. Los sólidos proyectos de medicamentos deberían impulsar los beneficios.
Si bien estas compañías farmacéuticas suelen presentar siempre robustas características financieras defensivas, su crecimiento se está viendo acelerado por nuevas tecnologías innovadoras, como la genómica. Esto ha dado paso a una nueva época dorada para el descubrimiento de fármacos, y el ritmo se está acelerando con medicamentos revolucionarios para enfermedades como el cáncer de pulmón, la leucemia, la psoriasis, la dermatitis, la diabetes, la esclerosis múltiple y la hemofilia. Existen también proyectos prometedores para la anemia, la obesidad y enfermedades raras.
Nos centramos en las empresas de mayor calidad con posibilidades de despuntar a largo plazo. Lo ideal es que estas compañías sean incomprendidas o infravaloradas, es decir, que los inversores no aprecien su potencial de innovación. Un catalizador como el desarrollo o el lanzamiento de un nuevo fármaco podría incentivar una sólida evolución del precio de la acción; y apostamos por negocios con robustas posiciones competitivas: una cartera de productos diferenciada puede crear una ventaja. Las compañías deben contar con un equipo directivo competente y atractivas rentabilidades sobre el capital invertido. Por último, una elevada puntuación en los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo denota un negocio bien dirigido y de máxima calidad.
Un entorno positivo
El entorno para las farmacéuticas difícilmente podría ser más favorable, puesto que la demanda está aumentado en todo el planeta: el envejecimiento de la población mundial significa que se necesitarán cada vez más medicamentos. Al mismo tiempo, existen numerosas enfermedades para las que no existe un tratamiento adecuado. Conforme los mercados emergentes, como China, incrementan su riqueza, crecerán las exigencias sanitarias de las clases medias.
La Administración de Alimentos y Medicamentos, que regula la elaboración de fármacos en Estados Unidos, pone su grano de arena con una postura más positiva hacia los nuevos medicamentos y un proceso de aprobación más rápido.
El resultado es un sector con unos márgenes de beneficios excepcionalmente elevados —el margen EBIT (beneficios antes de intereses e impuestos) medio asciende al 33%2, con escasos requisitos de capital y un crecimiento orgánico que genera altos niveles de efectivo impulsados por la adquisición de licencias o «in-licensing» (es decir, la adquisición de más innovación de compañías biotecnológicas más pequeñas).
Incluso la COVID-19 no amenaza sus modelos de negocios. La demanda de fármacos seguirá mostrando fortaleza, aunque un menor número de visitas médicas podría traducirse temporalmente en un menor volumen de tratamientos. Las cadenas de suministro deberían revelar solidez, puesto que muchas compañías farmacéuticas pueden protegerse frente a las perturbaciones en las cadenas de suministro, al mantener inventarios de seis meses y disponer de más proveedores de retén.
Tres riesgos principales
Con todo, las farmacéuticas europeas no están exentas de riesgo. En primer lugar, existe siempre el peligro de que los proyectos de elaboración de fármacos resulten decepcionantes o de que surjan dudas en torno a la seguridad de los recién lanzados medicamentos. En ambos casos, los precios de las acciones podrían descender bruscamente
En segundo lugar, la fijación de precios resulta un tema controvertido en el rentable mercado estadounidense, y un presidente demócrata podría ampliar el programa Medicare y forzar el descenso de los precios de los medicamentos.
En tercer lugar, la amenaza de litigios siempre está presente. En el pasado, se han emprendido procedimientos contra las compañías farmacéuticas por sus prácticas de comercialización o por los efectos secundarios de los fármacos.
La innovación de novo nordisk
Novo Nordisk, con sede en Dinamarca pero con presencia mundial, es un excelente ejemplo de un valor defensivo con unas halagüeñas perspectivas de crecimiento. El principal fabricante de medicamentos inyectables para el tratamiento de la diabetes y la obesidad genera un crecimiento sostenible de las ventas por encima de la media del sector. Puesto que cubre la mitad del suministro de insulina del mundo,3 atesora una enorme ventaja de capacidad que, junto con su cartera líder de fármacos, ofrece un amplio «foso económico» o ventaja competitiva que a los competidores les resulta muy difícil superar.
De cara al futuro, la nueva clase de fármacos para la diabetes y la pérdida de peso de tipo GLP-1 impulsará el crecimiento, al revelarse más eficaz que los tratamientos más antiguos. Los medicamentos GLP-1 crecen a un tasa del 30% anual y Novo Nordisk es la única compañía que ofrece una versión oral. En una época en que la obesidad tiende al alza en todo el mundo, Novo Nordisk está desarrollando fármacos que podrían ayudar a las personas a eliminar hasta el 30% de su peso.4
Dicha innovación tiene su recompensa. La compañía presenta el mayor margen EBIT de entre las grandes firmas farmacéuticas de Europa, así como la mayor tasa de rentabilidad sobre el capital. Se prevé que el flujo de caja libre experimentará un rápido crecimiento a partir de 2020 conforme el gasto en inversión disminuye, con remuneraciones de efectivo para los accionistas a través de dividendos y recompras de acciones.
Los negocios como este revisten atractivo en épocas de bonanza, pero, en periodos de turbulencias en los mercados financieros y las economías, destacan por su estabilidad. Dado que las nuevas tecnologías están alentando la obtención de nuevas patentes de fármacos innovadores, apenas se encuentran este tipo de compañías —negocios que experimentarán un sólido y constante crecimiento generador de efectivo.