En pocas palabras
- Más de 1.400 compañías exigen a los Gobiernos que adopten políticas que permitan alcanzar la etiqueta de «medioambientalmente beneficioso» de aquí a 2030.
- El concepto de «medioambientalmente beneficioso» implica detener y revertir la pérdida de espacios naturales de aquí a 2030, así como lograr su plena recuperación, de aquí a 2050.
- Cada vez son más las compañías que se implican en la iniciativa, aunque los enfoques adoptados varían mucho en cuanto a calidad.
- Señalamos seis características que definen un buen compromiso
«medioambientalmente beneficioso» y evaluamos los resultados de
una serie de compañías.
Más de 1.400 compañías exigen a los Gobiernos que adopten políticas para lograr la etiqueta de «medioambientalmente beneficioso» de aquí a 2030. 95 firmas británicas han suscrito un objetivo colectivo para ser «medioambientalmente beneficiosas» en 2030, y un tercio de la industria minera mundial se ha comprometido a serlo a través del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM, por sus siglas en inglés)123. La etiqueta de «medioambientalmente beneficioso» equivale a las cero emisiones netas en el ámbito de la naturaleza: conlleva detener y revertir la pérdida de espacios naturales de aquí a 2030, así como lograr su plena recuperación, de aquí a 2050. Este objetivo se formalizó en el Marco Global de la Biodiversidad (GBF, por sus siglas en inglés) de Kunming-Montreal en 2022, que opera como el Acuerdo de París en el ámbito de la naturaleza. Los compromisos «medioambientalmente beneficiosos» están proliferando con rapidez en el mundo empresarial, aunque, al igual que ocurría en los primeros compases de los compromisos climáticos de las empresas, estamos constatando una gran diversidad cualitativa. Este artículo de opinión en materia ASG explorará el opaco mundo de los compromisos medioambientalmente beneficiosos, y cómo el equipo de Inversión Responsable de Columbia Threadneedle Investments está examinando los enfoques que las compañías en que invertimos están adoptando para reducir su exposición a los riesgos relacionados con la naturaleza y diferenciar lo ecológico del ecopostureo.
Estamos colaborando con las compañías en la adopción de medidas para reducir los riesgos relacionados con la naturaleza
¿Por qué las compañías formalizan compromisos medioambientalmente beneficiosos?
Para muchos sectores, el cálculo y la gestión del impacto operativo en la naturaleza no resulta nada nuevo. En muchas jurisdicciones, las evaluaciones de impacto ambiental, la protección de hábitats y especies, y la concesión de licencias para el uso del agua llevan décadas formando parte de la gestión operativa.
Ahora bien, el creciente reconocimiento de los riesgos financieros y las oportunidades que plantean la pérdida de espacios naturales para las compañías, así como el mayor escrutinio de las partes interesadas, están propiciando que la supervisión en materia de naturaleza pase de los directores de obra a los altos directivos. A ello se suma un panorama normativo cada vez más estricto, sobre todo en Europa, donde en los próximos años entrarán en vigor normativas como la Directiva sobre presentación de información sobre sostenibilidad por parte de las empresas (CSRD, por sus siglas en inglés) y el Reglamento de la UE de lucha contra la deforestación (EUDR, por sus siglas en inglés)4. Las compañías que deseen asumir posiciones de liderazgo en materia de naturaleza tendrán que ir más lejos y más rápido que estas normativas, amén de comprometerse a ser «medioambientalmente beneficiosas» ha demostrado ser una forma popular para que las firmas hagan gala
de este mayor nivel de ambición.
Las empresas pueden seguir la serie de pasos secuenciales que ilustra el enfoque de la jerarquía de mitigación para lograr resultados medioambientalmente beneficiosos (gráfico 1). Este planteamiento de mejores prácticas (best practice) incentiva a las empresas a empezar por evitar y minimizar cualquier impacto negativo en la naturaleza, restaurar los ecosistemas que hayan sufrido un impacto inevitable y compensar los impactos residuales. Los enfoques medioambientalmente beneficiosos integran esfuerzos adicionales para impulsar un cambio sistémico y transformador en todos los sectores y entornos.
Cada vez se reconoce más el impacto sobre la naturaleza que se deriva de las cadenas de suministro y los sistemas de producción
Gráfico 1: La jerarquía de mitigación: comparación de la cifra sin pérdida neta (NNL, por sus siglas en inglés), el impacto neto positivo y los enfoques «medioambientalmente beneficiosos»
Fuente: The Biodiversity Consultancy, junio de 2024
¿Cómo identificamos un buen compromiso medioambientalmente beneficioso?
Partiendo de la investigación académica, hemos identificado seis características que definen un sólido compromiso medioambientalmente
beneficioso.
Gráfico 2: Resumen de los principios básicos de los compromisos medioambientalmente beneficiosos, siguiendo a Booth et al. 2024, Milner-Gulland, 2022, y zu Ermgassen et al., 2022.
1. Ambicioso
En términos históricos, muchos objetivos de protección de la naturaleza se han medido en función de escenarios de referencia dinámicos, que recompensan a las empresas por degradar la naturaleza a un ritmo inferior al previsto. Cualquier objetivo que se ajusten a un compromiso medioambientalmente beneficioso debe medirse con respecto a escenarios de referencia cuantificados y estáticos si se quiere obtener beneficios absolutos y no relativos para la naturaleza. Los enfoques también deben ajustarse a los objetivos de la sociedad, como el GBF, o los objetivos nacionales, como las Estrategias y Planes de Acción Nacionales en materia de Biodiversidad (NBSAP, por sus siglas en inglés).
2. Alcance más amplio
La ambición debe trascender el énfasis en el impacto operativo con el objeto de abarcar un alcance vertical (impactos materiales en el proceso upstream —hacer llegar al fabricante los materiales— y en downstream —el fabricante hace llegar los materiales al cliente final— de la cadena de valor) y un alcance horizontal (esfuerzos para impulsar un cambio sistémico y transformador en todos los sectores y entornos). Los compromisos «medioambientalmente beneficiosos» deben cubrir los impactos nuevos y los ya existentes, y las medidas de restauración y compensación deben programarse para evitar lagunas sustanciales entre la pérdida de la naturaleza y su posterior recuperación7.
3. Integrado
Existe un nivel creciente de consciencia de que centrarse en las facetas individuales de la naturaleza puede promover resultados malos y consecuencias no deseadas. A título de ejemplo, la promoción de biocombustibles para evitar emisiones de carbono puede acarrear repercusiones negativas para la biodiversidad. Las ambiciones positivas para la naturaleza deben adoptar enfoques integrados que aborden los impactos de forma coherente sin exacerbar otros riesgos medioambientales o sociales. A efectos de ponerlo en práctica, cabría esperar que las empresas llevaran a cabo un seguimiento de una cartera de indicadores medioambientales y sociales en el marco de su ambición positiva en materia de naturaleza.
4.Generalizado
En términos históricos, los objetivos en materia de naturaleza han sido objetivos operativos que gestionan el personal del centro y los responsables de sostenibilidad. Las ambiciones positivas en materia de naturaleza deben integrarse en la estrategia empresarial nuclear con una clara supervisión por parte del consejo de administración y los ejecutivos.
5. Implementado
Las ambiciones positivas para la naturaleza deben apoyarse en objetivos SMART para una amplia cartera de parámetros que cubran los impactos materiales y los riesgos derivados de la pérdida de espacios naturales. Las empresas deben identificar las principales palancas que utilizarán para alcanzar sus objetivos, crear una cartera de proyectos para cada palanca, y asignar capital y recursos suficientes para cumplir las metas de su estrategia.
6. Con pruebas
Las empresas proporcionan información clara sobre sus progresos en relación con los indicadores clave de rendimiento subyacentes para la consecución de su objetivo medioambientalmente beneficioso, lo que incluye la divulgación de los métodos de recopilación de datos. También cabría prever que se explique de qué manera las medidas se sumarán a lo medioambientalmente beneficioso mediante la obtención de resultados adicionales efectivos.
¿Cómo se comparan los compromisos medioambientalmente beneficiosos con estos principios?
El mayor alcance de los compromisos positivos con la naturaleza constituye un reto difícil de superar para las empresas. Para cumplir con el alcance vertical ampliado de los compromisos medioambientalmente beneficiosos, las compañías deben poner el foco en los impactos materiales de la naturaleza en sus cadenas de valor upstream y downstream, y recopilar datos para construir un escenario base. Puma y Kering han liderado esta iniciativa en el sector de la moda a través de sus enfoques de contabilidad de beneficios medioambientales y la implementación del Parámetro de Impacto en la Biodiversidad10 11, mientras que Schneider Electric lleva a cabo una Evaluación de la Huella de Biodiversidad (BFA, por sus siglas en inglés) desde 2020 para evaluar sus repercusiones en los procesos upstream y downstream12. En general, sigue habiendo menos claridad sobre cómo las empresas pueden lograr que el alcance horizontal de los compromisos medioambientalmente beneficiosos sea operativo: el requisito de lograr un cambio sistémico y transformador en todos los sectores y entornos13. Sin embargo, las principales empresas están empezando a integrar este aspecto de forma proactiva en sus enfoques medioambientalmente beneficiosos. Por ejemplo, Tesco persigue un cambio transformador intersectorial colaborando con sus homólogos y socios para ampliar los sistemas de seguimiento de la biodiversidad y los fertilizantes con bajas emisiones de carbono14, mientras que SSE impulsa un cambio transformador del paisaje colaborando con ONG y académicos con el fin de expandir su compromiso de ganancia neta de biodiversidad al ámbito marino15. Seguimos constatando que las compañías extractivas experimentan dificultades con el alcance temporal de los compromisos, ya que muchas se comprometen a lograr un compromisos medioambientalmente beneficiosos a escala de activos después de que las minas o las instalaciones hayan llegado al final de su vida útil. Estos compromisos conllevan una pérdida considerable en la naturaleza durante toda la explotación del activo y, con frecuencia, se basan en actividades de restauración poco fiables tras el cierre del activo que, a menudo, ya han sido ordenadas por las autoridades reguladoras.
Observamos una historia más positiva en el progreso de las empresas con respecto al principio «Integrado». Identificamos cada vez más empresas con compromisos medioambientalmente beneficiosos que realizan un seguimiento de una cartera equilibrada de indicadores clave de rendimiento que abarcan múltiples elementos de la naturaleza. A título de ejemplo, UPM Kymmene sigue ocho indicadores de biodiversidad para medir sus avances y Nestlé ha establecido una variada cartera de objetivos que guardan relación con la naturaleza. En general, constatamos un mayor margen para que las empresas realicen un seguimiento de los
indicadores sociales en sus estrategias sobre la naturaleza para integrar los conceptos de transición justa desde el principio, y sigue resultando necesario que muchas compañías amplíen sus objetivos relacionados con la naturaleza para abarcar componentes materiales adicionales (véase el gráfico 2).
Los compromisos de las compañías extractivas provocan una pérdida considerable de espacios naturales y dependen por completo de actividades de restauración poco fiables tras el cierre de los activos, que suelen estar impuestos ya por las autoridades reguladoras
Gráfico 3: Participación de las compañías Fortune Global 500 con objetivos o reconocimientos relacionados con la naturaleza (%), McKinsey 2023
Fuente: McKinsey & Company, diciembre de 2023
La naturaleza está calando cada vez más en los niveles ejecutivo y directivo. El 31% de las compañías que informaron de sus datos a CDP en 2023 afirma que tiene tanto supervisión a nivel del consejo como responsabilidad a nivel de la cúpula ejecutiva sobre asuntos relacionados con la naturaleza. Puede que el reto no consista en llevar la naturaleza a los niveles superiores de la gestión empresarial, sino más bien en garantizar que haya suficientes expertos en estos niveles para supervisar las estrategias sobre la naturaleza y que esta se aborde como una cuestión empresarial nuclear y no como un tema de responsabilidad social corporativa (RSC). Esto también cobra vital relevancia a la hora de garantizar que las ambiciones corporativas en los enfoques medioambientalmente beneficiosos no se queden estancadas en el nivel de compromiso, sino que se les asignen recursos, capital y apoyo estratégico suficientes para su puesta en práctica. Las empresas empiezan a comprometerse explícitamente a financiar la naturaleza: AstraZeneca se ha comprometido a invertir 5 millones de dólares anuales para financiar la recuperación de los espacios naturales de las inmediaciones de sus centros16.
Puede que el reto no consista en llevar la naturaleza a los niveles superiores de la gestión empresarial, sino en garantizar que haya suficientes expertos en estos niveles para supervisar las estrategias sobre la naturaleza
Poner de manifiesto los avances en relación con los compromisos medioambientalmente beneficiosos revestirá cierta importancia en el futuro, y estamos asistiendo a una normalización bien acogida de la información sobre la naturaleza con la promulgación de la directiva CSRD en Europa, en particular los elementos E2, E3 y E417, la publicación de los estándares de la iniciativa global sobre comunicación de información 101 (GRI 101) para la Biodiversidad18, y el enfoque del Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB, por sus siglas en inglés) sobre la naturaleza para los próximos dos años19.
Próximos pasos en Columbia Threadneedle
En Columbia Threadneedle, nuestro equipo de Inversión Responsable evalúa con detenimiento los compromisos medioambientalmente beneficiosos que asumen las compañías en las que invertimos para diferenciar lo ecológico del ecopostureo. Hemos publicado un conjunto detallado de expectativas de buenas prácticas sobre la gestión corporativa de la naturaleza y hemos integrado la naturaleza en nuestro proceso de votación durante los últimos tres años20. Disponemos de un vasto programa de compromiso con la naturaleza: en 2023, nuestro equipo de Inversión Responsable llevó a cabo 363 compromisos con la naturaleza con 260 emisores y registró 27 hitos. También somos inversores fundadores de Nature Action 100, y formamos parte del grupo directivo y del grupo de asesoramiento técnico de esta iniciativa. Los expertos en naturaleza del equipo de Inversión Responsable están trabajando en el desarrollo de un modelo cuantitativo propio para evaluar la gestión de la naturaleza por parte de las empresas, y colaboran con varios proveedores externos para identificar datos sobre la naturaleza pertinentes para la inversión e integrarlos en nuestros procesos de inversión cuando resulte conveniente. La naturaleza representa un tema de creciente importancia para varios de nuestros clientes y, cuando proceda, esperamos seguir trabajando con los clientes interesados con el fin de profundizar en nuestro enfoque en los meses venideros.